...acerca de los pesos monumentales (la hermana de atlas)

Pesan tanto los fracasos sobre mi espalda. Mi hermano carga un peso similar. Ambos tenemos en la boca demasiados besos. Nuestros llantos forman los cauces que van al mar, y lo crean. La soledad aplastante, la tristeza inmóvil, nos anclan, nos enmudecen.
Pero a veces hablamos, mi hermano y yo. Hablamos del fin del mundo. Soñamos que nos dejamos caer, y que morimos, aplastados. Soñamos, y entonces de los ojos de mi hermano se escapa un poco de sol y los dos vemos, con apenas una sonrisa, cómo se aleja. Después volvemos a callar.
De nuestro llanto brotan los ríos que forman el mar.

1 comentario:

Guil Astobiza dijo...

millones de carilinas.
y otros millones más.
mándote desde aquí, donde parece que empezamos a cantar "here comes the sun".
beso inmenso.